Flanagan, Florencia

Tejer el Manto

“…Entender el mundo como cuerpo viviente…” Suely Rolnik El eje conceptual de Tejer el manto es : amar : reparar : crear : reparar y unir. En lo individual y en lo colectivo. Invitando a personas de distintas procedencias socio culturales a participar activamente en la realización de la obra. Las invitamos a realizar su manto individual en el marco de un taller, a juntarlos en una sola pieza y desplegados en una acción performántica de la que participaron unas 100 personas. En la primer etapa propusimos dejar un dolor. Vimos que el cuerpo del dolor está activo como un mandato del heteropatriarcado, que hay guerra adentro de los cuerpos. Como habito un cuerpo de mujer y me construyo como tal, planteaba reparar en lo “arquetípico femenino herido” en la creencia de que este arquetipo habita en todos los cuerpos se integraron mujeres y cuerpos plurales, intentando ir más allá de construcciones culturales de género. La invitación fue a reparar una herida mediante el amor y a partir de esa reparación crear nuevas posibilidades y modos de existencia. En una segunda etapa comenzamos a trabajar con el deseo, y se presentaron nuevas dificultades, vimos que el deseo está colonizado, dificultando las vías de acceso. Hoy el manto vuelve a activarse. Pero el plano ha cambiado y ya no hablamos de femenino arquetípico sino de cuerpos plurales, de buscar maneras de cohabitar en la diversidad. Así comienza para nosotres un tiempo de desplazamientos, de llegar a nuevos territorios, de poner esta herramienta al servicio de nuevas comunidades mientras aprendemos a escuchar más profundamente, seguiremos proponiendo indagar en la vía del deseo como motor vital, el proceso continúa… https://www.youtube.com/watch?v=aTNmzEweLv8&feature=youtu.be

Año:

2011 a la actualidad

Medio:

Collage textil, participación y colaboración, performance, video documental

Materiales:

Textil, performance

Medidas:

Variables

CurándoNOS

Activa una curaduría curativa como acción en el cuerpo y en el tiempo. Poniendo la producción individual al servicio de la intervención comunitaria, jugando con las ideas de ser curad(..)s por el arte, y por el ejercicio activo de la conciencia y la potencia. CurándoNOS en el proceso. La hoja en blanco llena Vengo enfrentando el lleno como realidad, buscando el blanco por necesidad. En el proceso veo que no hay dualidad, pues nuestra hoja en blanco _metáfora de nuestra mente_ está llena de imágenes estereotipadas, preconceptos y mandatos que desde el fondo de nuestro inconsciente, moldean nuestras vidas. Así acumulamos y cargamos en exceso, creyendo que en las imágenes y los objetos, están los vínculos con los sujetos. Los archivos registran nuestra historia y la de nuestros ancestros. También ocupan espacio. Partimos de la hipótesis que tod(..)s guardamos las mismas cosas. Y de que en lo lleno hay muchas películas posibles. Entendiendo el tiempo como unidad, sin linealidad ni cronología, creemos necesario encontrar un cierto equilibrio entre conservar la historia, depurarla, y transformarla. Permitiendo nuevas conexiones y posibilidades. La obra como proceso. Personal y colectivo.. Etapa 1: Revisar el archivo, la vida. Transformar lo que ya no late en collage mediante una serie de decisiones síquicas, afectivas y estéticas. Etapa 2: El espacio expositivo. Generar una instalación con 90 metros cuadrados de intimidad en collages, poner el cuerpo, habitar el espacio público, transformarlo. Etapa 3: Invitar a otros cuerpos a intervenir la obra en tres acciones = El proceso individual se ensancha y se vuelve colectivo. Un acto de confianza en la univocidad. Un proceso precisa tiempo, escuchar, aprender. Los acontecimientos son registrados en video. Al final del proceso el video también muta transformándose en “la obra”. Las acciones: 1) Depurar el lleno como realidad: la pieza es intervenida por otras personas y sus objetos. 2) Enfocar el blanco como necesidad: meditamos junt(..)s en la pieza, la cubrimos de gasa. CurándoNOS a nivel simbólico 3) Reconfigurar la transmutación como posibilidad: desarticulamos la pieza, lo que ya fue, la ofrecemos al fuego. ¡Y que emerja lo nuevo! Un movimiento sin comienzo ni fin, operando en distintos planos de inmanencia. [Florencia Flanagan. Enero 2019, El Pinar]

Año:

2018/2019

Medio:

Collage, instalación, performance, video

Materiales:

Medidas:

Variables

Somos uno

Los temas que me convocan son el cuerpo las relaciones y el tiempo. Somos tejido y en tejido nos construimos. Tejo como acto poético, político, afectivo. Allí donde me toque y con lo que haya, en este caso vidrio, ventosas, hilos, cuerpo y tiempo. Las ventosas generan puntos de anclaje para estructurar el espiral enhebrando punto por punto hasta llegar a una forma que se auto sostiene. Pero, como somos uno y afectamos el espacio con el tejido, este nos afecta con su porosidad, movilidad, y en ese devenir, las ventosas caen. Igual que caen macro relatos, paradigmas. Aún así lo tejido es flexible, el hilo rojo conductor de la vida insiste, y une linajes de mujeres artistas. ¿Quién sabe cuánto permanecerá el espiral? Disponemos del aquí y ahora, y la posibilidad de imaginar y tejer la realidad que queremos. Expuesta en “ Creadoreas uruguayas MMXX”, Curador Daniel Benoit, CAF, 2020 https://www.youtube.com/watch?v=ecGNBiNcMJU

Año:

2020

Medio:

Instalación

Materiales:

Hilo, ventosas

Medidas:

Variable

Año:

Medio:

Materiales:

Medidas: