Invitamos a mujeres de Lavalleja a compartir objetos que hayan creado con sus manos o que conserven en sus hogares, con el propósito de generar una conversación desde lo afectivo, revalorizando la producción cotidiana.
El encuentro tuvo lugar en La Pulpería de Viglienzone, en Solís de Mataojo, y reunió a mujeres artesanas, artistas y creadoras de Minas, Solís de Mataojo y Montes. Durante la jornada, compartieron sus creaciones, a las que otorgamos un valor afectivo y simbólico, resignificándolas y visibilizando una producción muchas veces opacada por la frustración y la falta de tiempo en un sistema que castra y minimiza las labores cotidianas, domésticas y artesanales.